Partiendo de la base de que cada persona tiene gustos diferentes, en el caso concreto de la utilización de los colores, este hecho va más allá de las propias preferencias, ya que según qué color empleemos para decorar una estancia, estos tendrán un determinado efecto o producen sensaciones diferentes. Los colores ejercen un efecto emocional que incide en nuestro estado de ánimo, ansiedad, relajación o productividad, por lo que a la hora de diseñar un espacio de trabajo, es necesario tener en cuenta varios factores:
En primer lugar debemos tener en cuenta el tamaño de nuestra oficina o despacho. No es lo mismo aplicar un color en un espacio grande que en uno pequeño. En segundo lugar, debemos establecer para qué actividad está diseñado ese espacio. En las oficinas de hoy en día, en donde los despachos individuales han dado paso a escritorios multipuesto y salas multiuso para reuniones que aprovechen las sinergias y fomenten la creatividad, los espacios para momentos de concentración o relajación han adquirido cierta importancia y, acertar con el color idóneo para cada espacio, es fundamental para que la función para la que está designado se desarrolle sin problemas. Por último, no debemos olvidar la iluminación, natural o no, con la que cuenta cada estancia.
Una vez tenidos en cuenta estos factores ¿Qué colores debemos utilizar?
*El blanco es el color por antonomasia. Agranda los espacios pequeños y aporta luminosidad y da volumen. Es un color estimulante, pero usado en exceso produce monotonía, por lo que será necesario aportar elementos de color con mobiliario o decoración que la rompan.
*El negro, por el contrario, reduce visualmente los espacios por lo que no hay que abusar de él y combinarlo con otros.
*El gris es un color muy acorde para oficinas modernas. Estéticamente es muy atractivo y se presta especialmente a su combinación con otras texturas como la madera o el metal.
*El amarillo encarna la energía emitida por el sol. Como color cálido favorece la creatividad por lo que es idóneo para salas de reuniones o de trabajo en equipo, donde se intenten favorecer las sinergias. Es un color adecuado para estancias con poca luz natural o para delimitar espacios.
*El rojo es un color intenso que da volumen a los espacios, y favorece y estimula el estado de ánimo, si se precisa objetividad o toma de decisiones en una reunión. No es conveniente abusar de él, por lo que su combinación por medio del mobiliario u otros complementos puede ser suficiente.
*El naranja es un color estimulante que provoca bienestar, por lo que su uso en zonas comunes como comedores, cafeterías o zonas de descanso es muy adecuado donde las personas buscan un momento de descanso o desconexión.
*El azul tiene un efecto relajante que aporta estabilidad y serenidad, por lo que es común su utilización en salas de espera, salas de descanso y perfecto para departamentos con un alto grado de stress. Su uso excesivo puede aportar una sensación de frialdad a la estancia, por lo su combinación con blanco puede atenuar estos efectos.
*El verde es un color que se asocia con la naturaleza, por lo que aporta armonía y estabilidad. Igualmente se asocia con la creatividad y la concentración por lo que es muy apropiado en puestos que requieren ingenio e imaginación.
Para terminar, no podemos dejar de lado a los siempre incluidos de una forma u otra, colores corporativos. En este sentido es necesario tener en cuenta si su uso es adecuado, por aportar excesivo color o por el contrario resultar inexpresivo. En cualquiera de estos casos, siempre podemos acudir al beige tradicional que aporta sobriedad en un estilo más clásico pero elegante.