Hoy en día, muchas empresas contratan al exterior una serie de servicios que garanticen el correcto funcionamiento de sus instalaciones. El Facility Management, nacido en estados Unidos, es definido según la normativa Europea 15221/1 como “la gestión de inmuebles y servicios de soporte”. En los inicios, estos servicios se centraban principalmente en el mantenimiento de la calefacción, el aire acondicionado, los sistemas de protección contra incendios, el mantenimiento exterior del edificio, etc. Todos ellos, llamados hard services, suelen ser obligatorios por ley, por lo que toda empresa debe tenerlos. Con el paso del tiempo, las empresas han empezado a contratar otros servicios que, siendo opcionales, hacen el lugar de trabajo más agradable. Estos son los llamados soft services, que engloban servicios como la limpieza, el abastecimiento o la gestión de residuos.
Actualmente, la innovación tecnológica ha supuesto que un número creciente de dispositivos e instalaciones incorporen conexión a Internet. La tecnología IoT, está cada vez mas implantada no sólo en nuestros hogares (aplicaciones para encender las luces, el riego del jardín o manipular el termostato) sino también en las empresas. De esta forma, las instalaciones de un edificio son analizadas en tiempo real pudiendo determinar el número de usuarios que las utilizan o el uso que se le da a cada una de ellas. Este análisis continuo y exhaustivo de un servicio que facilita IoT pueden implicar, por un lado, menor necesidad de personal, puesto que el control se puede hacer a distancia. Por otro, implica puestos de trabajo más cualificados que conozcan el funcionamiento de esta tecnología y cómo utilizarla para sacar un óptimo rendimiento del servicio.
Con todo, una vez identificado qué servicio tiene prioridad para ser asistido por IoT, ¿será apoyado e impulsado por las empresas de servicios y sus trabajadores?. Nosotros, como proveedores de servicios de Facility Management así lo creemos y las tendencias así lo apuntan.