Si la esperanza para conciliar la vida laboral y profesional estaba puesta en el teletrabajo, desde luego, esta forma de trabajar no ha llegado en el mejor de los momentos. Las medidas adoptadas para que todo el que pueda trabaje desde casa, no están favoreciendo que se vean los beneficios que el uso de esta herramienta puede proporcionar a las empresas y sus trabajadores.

Y aunque desde hace años se lleva hablando de este tema, con sus pros y sus contras, y del lento aumento que tiene en España con respecto a otros países europeos, lo cierto es que la necesidad con que se ha impuesto, no está facilitando un óptimo aprovechamiento.

En primer lugar, ha habido una falta de previsión que ha exigido a las empresas adaptarse rápidamente, sin poder testar los problemas iniciales que pueden surgir con los programas, servidores o sin formar a los trabajadores para saber conectarse y seguir un protocolo de trabajo para que fluya la comunicación. A esto hay que añadir que no todas las empresas están digitalizadas.

Por otra parte la sobrecarga de datos hace ralentizar o imposibilitar en muchos casos las conexiones, por no hablar de la cantidad de domicilios o municipios a los que todavía no ha llegado la fibra óptica.

También hay que tener en cuenta que, si la empresa no nos puede facilitar un portátil, quizá el ordenador de casa no sea el más adecuado para el teletrabajo, tanto por motivos de seguridad como de protección de datos.

Además, es fundamental recalcar que, confinada toda la familia en casa, el trabajador no puede concentrarse adecuadamente para cumplir con la jornada laboral, amén de las múltiples distracciones que existen.

Por último, no todo el mundo se siente cómodo trabajando desde casa o simplemente su tarea laboral no lo permite.

Confiemos en que cuando todo se normalice, y el teletrabajo se pueda realizar en la forma para la que está pensada (jornadas parciales, conciliación laboral, reducción del tráfico público y privado en horas punta, etc) podamos sacarle el máximo partido, dejando atrás todas las adversidades actuales. Habrá que tener paciencia y darle una segunda oportunidad.

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