A raíz de la crisis del COVID-19, muchas empresas han optado por enviar a sus empleados a trabajar en remoto desde sus casas. Pero no todos los puestos de trabajo permiten esta forma de trabajar. Por ello, si tu puesto es presencial,  independientemente de que trabajes en una oficina o no, o compartas tu puesto de trabajo por medio de turnos con otras personas, es indispensable para prevenir el contagio, realizar una serie de medidas:

* Al iniciar tu jornada laboral, presta especial atención en limpiar todas las superficies que tocas con frecuencia. El mobiliario, el teclado, los intersticios entre los botones, el ratón, el teléfono de tu escritorio o móvil, deben ser desinfectados correctamente con el producto adecuado, siguiendo las instrucciones señaladas.

* Lávate las manos con frecuencia durante más de 20 segundos con agua templada y jabón, sobre todo si has hecho uso de elementos compartidos como cafeteras, teléfonos, ascensores, interruptores, pomos, etc. En estos casos, puedes ayudarte de guantes para no tener contacto con esas superficies.

* Haz uso de un gel hidroalcohólico si el acceso al lavabo no es fácil; es la forma más segura de desinfectarse las manos entre lavado y lavado.

* Evita tocarte la cara, boca y ojos; de igual forma, evita el contacto físico con tus compañeros.

* En estos momentos, las oficinas de plan abierto no son las más indicadas. Si es posible intenta trabajar aislado o alejado del resto de tus compañeros.

* Evita las reuniones, o intenta que haya poca afluencia de gente para que puedas mantener una distancia de uno a dos metros entre tus compañeros. Si es posible,  realízala por videoconferencia.

* En caso de sentirte enfermo, o notar los más ligeros síntomas, ante la duda, no acudas al trabajo, con ello impedirás contagiar al resto de compañeros que puedan tener contacto contigo.

* Mantén tu escritorio limpio y ordenado, sin acumular papeles u otros objetos que pueden contener gran cantidad de gérmenes y por supuesto, no acumules pañuelos de papel, deséchalos nada más terminar de usarlos.

Establecer estás medidas minimiza el riesgo de contagio para ti y tus compañeros, por lo que, en este sentido, es necesario ser riguroso y constante por el bien de todos.