Con frecuencia podemos leer en la prensa o escuchar en las noticias el meteórico ascenso de los espacios Coworking, cómo los grandes operadores pugnan por invertir cada vez más en estos espacios, localizándose en las zonas prime,  o cómo este creciente fenómeno está extendiéndose a pequeñas y medianas ciudades.

Desde sus inicios, son tantos los actores que se han subido al carro del Coworking qué podría decirse que se ha perdido su filosofía inicial y desvirtuado su concepto original hasta convertirse en un espacio Flexwork. Habida cuenta de las diferencias entre ambos tipos de espacios y que la evolución del Coworking no ha sido contemporánea ni semejante en todos los países, hablaremos hoy de un proceso que, en España, comenzó allá por el año 2010.

En esta evolución, quizá lo que más ha cambiado es la localización. De los primeros centros ubicados en zonas no tan céntricas con un coste de alquiler más reducido y en los que la rentabilidad no era la prioridad, se pasó a una localización en barrios bohemios en busca también de una renta baja, pero que paulatinamente ofertara una cantidad mayor y mejor de los servicios.

Será en 2015 cuando el Coworking da el salto a los edificios de oficinas,  en búsqueda de más espacio, primero alquilando plantas enteras para seguir con edificios completos. Y será en esta etapa en los que comience a olvidarse el concepto de Coworking en aras de una mayor rentabilidad. Pero no será hasta la entrada de las grandes inmobiliarias cuando el Coworking despunte realmente en una nueva fase que,  quiere dar servicio a un público dinámico, los llamados Millennials, quienes son el potencial laboral futuro. Por estas fechas, comienza ya la localización en las zonas prime.

Paralelamente, a los cambios de localización le sigue  una evolución diferente de su filosofía de trabajo,  comenzando a desdibujarse ese sentimiento de comunidad y colaboración con el que inicialmente nació el Coworking, para convertirse en un flexwork con otras prioridades como el acceso 24 horas, diseño a medida de las oficinas, bar, terrazas, guardería, etc.

De una forma u otra, el fenómeno ha adquirido tal envergadura que, para este año, se prevé la apertura de nuevos centros en las zonas prime y del extrarradio, de ciudades como Madrid Barcelona, optando a estos espacios clientes que hasta el momento no lo habían hecho. Si la tendencia es incrementar espacios de trabajo flexibles, en función de las necesidades de un nuevo usuario,  que es freelance, trabaja de forma remota y con flexibilidad laboral, deben generarse espacios que permitan trabajar de acuerdo con las necesidades y gustos de cada momento.

En cualquier caso, si los espacios Coworking y Flexwork compiten entre sí, y queremos que la filosofía del primero no se desdibuje y quede relegada a un mínimo espacio, debería apostar por su apoyo a la comunidad y las sinergias que genera, porque ese es su espíritu propio y su razón de ser.

Te dejamos aquí el enlace a la noticia para más información sobre la evolución y tendencia de este sector: https://www.distritooficina.com/tendencias/coworking-marc-navarro/