El MWC, el mayor congreso de telefonía móvil (y otras tecnologías), ha empezado este lunes en Barcelona y se alargará hasta el 2 de marzo, presentando las últimas novedades en el sector de la comunicación móvil y la conectividad. Entre las innovaciones que se están mostrando, hay algunas que pueden tener un impacto significativo en la forma en la que se trabaja en la oficina, tanto en términos de eficiencia, como de bienestar y sostenibilidad.
Una de las tendencias que se observa en el MWC es la mejora de las baterías, un reto para los fabricantes de teléfonos inteligentes. La duración de las baterías sigue siendo un problema para muchos usuarios, que necesitan estar conectados durante todo el día. Por eso, se están desarrollando tecnologías alternativas al ion de litio, como el litio-azufre, el litio-carbono o el grafeno, que prometen alargar la autonomía y la vida útil de los dispositivos, así como reducir su dependencia de los metales estratégicos. ¿Qué implica esto para nuestras oficinas? Pues que los trabajadores podrán usar sus portátiles y teléfonos sin preocuparse por el cargador, no teniendo que depender de puestos de trabajo fijos o cercanos a fuentes de electricidad. Y para las empresas, que podrán ahorrar en costes y recursos al no tener que utilizar tanto esos cargadores.
Otra tendencia que se destaca en el MWC es el mobiliario inteligente, que transforma la experiencia laboral. Se trata de muebles de oficina que incorporan tecnología para adaptarse a las preferencias, necesidades y demandas de cada trabajador, con el fin de mejorar su postura, su confort y su productividad. Cada vez más se prodigan los escritorios que se ajustan en altura, sillas que se adaptan mejor a la ergonomía y pantallas que se regulan de forma automática en brillo y contraste. Estos muebles y avances tecnológicos también permiten optimizar el espacio de trabajo, facilitar la comunicación y la colaboración, y cuidar el medio ambiente, al consumir menos energía y generar menos residuos.
Finalmente, otra tendencia que se aprecia en el MWC es la aplicación de la inteligencia artificial y el internet de las cosas a los entornos de trabajo. Estas tecnologías permiten crear oficinas más inteligentes, conectadas y personalizadas, que se anticipan a las necesidades de los trabajadores y les ofrecen soluciones a medida. Por ejemplo, hay sistemas que controlan la temperatura, la iluminación o el sonido, sensores que detectan la presencia o la ausencia de personas, o dispositivos que facilitan el acceso, la seguridad o la gestión de los recursos. Estas tecnologías también favorecen el trabajo remoto, la movilidad y la flexibilidad, al permitir acceder a la información y a los servicios desde cualquier lugar y dispositivo.
En conclusión, el MWC es una oportunidad para conocer las nuevas tecnologías que pueden influir en el trabajo de oficina, haciéndolo más eficiente, más cómodo y más sostenible. Estas tecnologías suponen un reto y una oportunidad para las empresas y los trabajadores, que deben adaptarse a los cambios y aprovechar las ventajas que ofrecen. El futuro del trabajo está en marcha, y el MWC nos lo muestra.