Ha llegado el momento, después de mucho tiempo nos hemos decidido a reformar la oficina o hemos encontrado un local o edificio acorde a nuestras necesidades y vamos a dejarlo listo para empezar a trabajar.
¿Por dónde empezamos?
Esta pregunta es sin duda una de las más lógicas y a la vez una de las más temidas a la hora de plantearnos la reforma de nuestra oficina. Al final todo depende mucho de la profundidad de la reforma que se quiere hacer, no es lo mismo tirar un tabique para ampliar el espacio y cambiar mesas y sillas, que acometer la reforma de un edificio completo, para adaptarlo a las necesidades de nuestro equipo de trabajo. Sea cual sea la opción, vamos a intentar proponer unos pasos básicos a tener en cuenta para lograr nuestro objetivo:
- Albañilería: Como no podía se de otra forma, lo primero es plantear las necesidades de construcción, ya sea para realizar reparaciones, ampliar espacios, solados, alicatados, e incluso la construcción en sí de edificios, almacenes, etc.
- Fontanería: Se realiza casi a la par que la albañilería y es fundamental tanto para la calefacción como para los aseos, cocinas y comedores, zonas lúdicas e incluso para el riego de zonas verdes.
- Instalaciones eléctricas y de telecomunicaciones: El tercer pilar fundamental de una reforma es el cableado, tanto eléctrico como para comunicaciones. Si bien este último cada vez se realiza menos con el uso del WiFi, aún hay muchas empresas que requieren cableado físico para sus redes internas, ya sea por seguridad o por compatibilidad con determinados equipos. También es importante tener en cuenta que el cableado eléctrico dependerá siempre de la ubicación física de los puestos de trabajo y de la iluminación elegida para las distintas áreas dentro de la reforma a realizar.
- Suelos y techos técnicos: Muchas empresas optan por tener suelos y techos registrables, lo que da mucha capacidad para modificar la ubicación de los puestos de trabajo y la iluminación de distintas zonas, y la instalación de cableado depende mucho de esta elección.
- Carpintería interior y exterior: Muy importante todo lo que tenga que ver con la instalación de puertas y armarios a medida, así como cierres exteriores metálicos y cerrajería.
- División de espacios: Estrechamente relacionado con la carpintería interior, está la división interior del espacio, no en lo referente a muros de albañilería, sino la separación de espacios con mamparas y divisorias, para crear zonas destinadas a determinadas funciones, aislamiento para reuniones o llamadas, etc.
- Vidrio y cristalería: El cambio o la instalación de ventanas y elementos interiores de cristal es importante también, y puede modificar en gran medida la necesidad de luminarias durante la instalación eléctrica.
- Climatización: La fontanería dependerá en gran medida de este aspecto, puesto que la instalación de radiadores, calefactores, aires acondicionados (ya sean unidades sencillas o industriales), dependen siempre de la instalación de fontanería, y es importante tener ambas en cuenta, ya que se complementan.
- Pintura y empapelado: Con el resto de tareas realizadas, llegamos ya a los retoques finales, empezando por la pintura o empapelados de paredes, con la gama de colores y texturas que se adapte a nuestros gustos, sean estos los corporativos o aquellos que transmitan un mensaje a nuestros empleados y visitantes.
- Protección contra incendios: Es importante tener este punto en cuenta. Si bien normalmente este paso es sencillo mediante la instalación de determinados extintores, en algunas ocasiones es necesario la instalación de sistemas más complejos contra incendios, con detectores y aspersores de techos y mangueras de seguridad. Esto modifica también en gran medida la instalación de fontanería a realizar en la reforma.
- Imagen de marca: Y una vez que tenemos casi todo terminado, nos podemos dedicar a reforzar nuestra imagen, con la instalación de vinilos personalizados, letreros, logotipos y elementos corpóreos, señalización de espacios, etc.
- Materiales fenólicos: Estos serán necesarios en primer lugar para los aseos, para garantizar la durabilidad de los mismos, y si vamos a disponer de ellas, para las duchas y vestuarios e incluso para la cocina si fuese necesario.
- Jardines y zonas verdes: Si disponemos de estas zonas, también es importante pensar en ellas, darles un cambio o acondicionarlas para que nuestros empleados y visitantes puedan disfrutarlas.
Y como no, el paso final, por supuesto, será la instalación del mobiliario: mesas, sillas, armarios, archivos, bibliotecas, etc.
En cualquier caso, lo ideal es delegar la reforma a una empresa como la nuestra, que se encargará de planificar y llevar a cabo toda la reforma, desde el principio al fin, e incluso se encargará del mantenimiento posterior de las instalaciones.
Si tiene alguna duda, échele un vistazo a nuestro servicio de reformas de oficina, escríbanos a info@giosl.com o llámenos al 917 100 278 y le informaremos y asesoraremos sin compromiso.