Aún muchos de nosotros, cuando pensamos en establecer uno o varios puestos de trabajo para nuestra oficina, se nos viene a la mente la necesidad de tres elementos fundamentales para cubrir dicho puesto: una buena silla, una mesa adecuada y una cajonera o buck para almacenar documentos y materiales. Además, también pensamos en la necesidad de algunos armarios donde almacenar documentación o material de oficina y archivadores para guardar la documentación de forma ordenada.

Pero, ¿es esto lo correcto en el modelo de trabajo híbrido que se está imponiendo?

Lo cierto es que, cada vez más, las nuevas instalaciones o reformas que se hacen están cambiando esta forma de pensar a otras más convenientes, para adecuarse a este nuevo modelo. Se suprime la necesidad de esas cajoneras o armarios asociados a un puesto de trabajo, ya que en muchas ocasiones ni tan siquiera estos puestos de trabajo están asignados, por lo que no es necesario que dispongan de almacenamiento «personal».

Se opta más por dotar a las instalaciones de espacios centralizados de almacenamiento, donde encontrar el material de oficina que puedan necesitar los empleados en momentos puntuales.

Seamos sinceros, cada vez hay menos papel y bolígrafo circulando por nuestras oficinas y no tiene mucho sentido el dedicar demasiado espacio para su utilización o almacenaje.

Lo mismo ocurre con los archivadores. Si bien quizá hay departamentos donde esto aún sea necesario, cada vez es más común prescindir de archivos físicos y optar por el almacenamiento digital, siempre respaldado por una buena seguridad y redundancia en los sistemas de almacenamiento de datos.

Como tendencia, cada vez es más común ver expositores y estanterías con material informativo de la propia compañía en el lugar donde antes había armarios que contenían documentos o material diverso, ya que esto fomenta tanto la formación de los empleados como afianza el corporativismo.

Al final, siempre será necesario disponer de determinado mobiliario de oficina dedicado al almacenamiento y al archivo, pero este cada vez se irá reduciendo a medida que los propios trabajadores se acojan a este sistema de trabajo en el cual, su ordenador portátil o tablet y una buena bolsa, mochila o maletín de transporte, son tanto su herramienta de trabajo como el lugar donde almacenar todo lo que necesiten, estén donde estén.