Con tanta proliferación de espacios de trabajo abiertos, muchas veces nos olvidamos de que el disponer de zonas privadas para el uso de los empleados es indispensable. Si además nos encontramos en un modelo de trabajo híbrido, donde el trabajador realiza sus funciones tanto en la oficina como en su domicilio, esta necesidad se vuelve más importante aún, ya que debemos proporcionarle al menos una parte de esa privacidad que obtiene al trabajar en su hogar.
El uso de mamparas para delimitar y aislar espacios o la implantación de divisorias e incluso cabinas insonorizadas nos va a proporcionar una serie de ventajas imprescindibles hoy día:
- Concentración y Productividad: Los espacios de privacidad, como cabinas insonorizadas o despachos cerrados, permiten a los empleados concentrarse sin distracciones. Para tareas que requieren enfoque, como redacción, análisis o programación, la privacidad es fundamental.
- Confidencialidad: En ocasiones, los empleados necesitan discutir asuntos confidenciales o mantener conversaciones privadas. Un espacio cerrado garantiza que estas interacciones no sean escuchadas por otros.
- Reuniones y Videoconferencias: Los despachos cerrados son ideales para reuniones individuales o videoconferencias. Proporcionan un entorno tranquilo y profesional para discutir temas importantes.
- Bienestar Emocional: La privacidad también afecta al bienestar emocional. Todos necesitamos momentos de soledad y tranquilidad para recargar energías y mantenernos equilibrados.
En resumen, el proporcionar a los trabajadores espacios de privacidad, nos va a ayudar a mejorar la productividad y sobre todo, el bienestar y la satisfacción de los empleados.