La luz natural es un elemento esencial para el bienestar y la productividad de los trabajadores en la oficina. La luz natural influye en el ritmo circadiano, que regula el ciclo de sueño y vigilia, y afecta al estado de ánimo, la concentración, la creatividad y el rendimiento. Además, la luz natural ayuda a ahorrar energía y reducir las emisiones de CO2, contribuyendo a la sostenibilidad ambiental.

Sin embargo, con la llegada del invierno, la luz natural se vuelve más escasa y limitada, lo que puede provocar efectos negativos en la salud y el trabajo de los empleados. Algunos de estos efectos son el trastorno afectivo estacional, que se caracteriza por una sensación de tristeza, apatía, irritabilidad y falta de motivación; la fatiga visual, que se produce por el exceso de iluminación artificial o el deslumbramiento; y el estrés, que se genera por la falta de conexión con el entorno natural.

Por eso, es importante aprovechar al máximo la luz natural que entra en la oficina, y para ello se pueden seguir algunas recomendaciones:

  • Ubicar los puestos de trabajo cerca de las ventanas, siempre que sea posible, y orientarlos de forma que la luz natural incida de forma lateral, evitando el deslumbramiento y los reflejos en las pantallas.
  • Utilizar colores claros y materiales reflectantes en las paredes, el techo, el suelo y el mobiliario, para aumentar la difusión de la luz natural y crear un ambiente más luminoso y amplio.
  • Instalar sistemas de control de la luz natural, como persianas, cortinas, estores o lamas, que permitan regular la cantidad y la calidad de la luz natural que entra en la oficina, adaptándola a las necesidades y preferencias de los trabajadores.
  • Combinar la luz natural con la iluminación artificial, utilizando sistemas de iluminación inteligente, que se ajusten automáticamente al nivel de luz natural disponible, y que ofrezcan una iluminación adecuada, uniforme y confortable.
  • Incorporar elementos naturales, como plantas, flores, cuadros o fotografías, que aporten color, vida y frescura al espacio de trabajo, y que refuercen la conexión con la naturaleza.

Siguiendo estos consejos, se puede mejorar el uso de la luz natural en la oficina, y con ello, se puede mejorar la salud, el bienestar y la productividad de los trabajadores, así como la eficiencia energética y la responsabilidad ambiental de la empresa. La luz natural es un recurso valioso y gratuito, que no hay que desaprovechar, sobre todo en los meses de invierno, cuando más se necesita.