El return-on-commute es un nuevo indicador que mide el beneficio neto de que los empleados acudan a la oficina en lugar de trabajar desde casa. Este indicador tiene en cuenta los costes y los beneficios de ambos escenarios, tanto para el empleado como para la empresa.

Los costes de ir a la oficina incluyen el tiempo perdido en el desplazamiento, el estrés generado por el tráfico, las posibles interrupciones y distracciones en el entorno laboral y la disminución de la moral de los trabajadores cuando los trayectos son largos o difíciles.

Los beneficios de ir a la oficina incluyen la mayor oportunidad de hacer brainstorming y networking con los compañeros, la mayor productividad de las reuniones cuando todos están en la misma sala y enfocados, y la construcción de una cultura y un sentimiento de pertenencia que favorecen el compromiso y el rendimiento.

El return-on-commute se calcula de forma aproximada como:

Valor incremental de estar en persona ese día versus estar en casa menos (Horas ajustadas de productividad perdidas * tasa de coste) + impactos en la moral y el estrés + costes de transporte

Este indicador puede variar mucho según la persona, el rol, el día y la situación. Por eso, es importante que cada empresa y cada empleado lo evalúen de forma individualizada y flexible, teniendo en cuenta sus propias circunstancias y preferencias.

El return-on-commute es un concepto que ha cobrado relevancia a raíz de la pandemia, que ha impulsado el trabajo remoto como una opción viable y segura para muchos profesionales. Sin embargo, también ha evidenciado los desafíos y las limitaciones de esta modalidad de trabajo, especialmente en lo que respecta a la colaboración, la innovación y la motivación.

Por eso, muchas empresas están apostando por un modelo híbrido, que combine el trabajo presencial y el trabajo remoto, buscando el equilibrio óptimo entre los costes y los beneficios de cada opción. Para ello, es fundamental tener en cuenta el return-on-commute, que puede ayudar a determinar qué días, qué horas y qué actividades son más convenientes para ir a la oficina o para quedarse en casa.

El return-on-commute es, por tanto, una herramienta útil para optimizar el uso del espacio de trabajo, mejorar la satisfacción y el bienestar de los empleados, y aumentar la eficiencia y la competitividad de la empresa.