El modelo de ciudad de 15 minutos es un concepto urbanístico que cuenta con acérrimos defensores en muchos ámbitos de nuestra sociedad y sobre el que se ha hablado y especulado en gran medida durante el último siglo.
Ya a principios del siglo pasado, Clarence Perry, urbanista que trabajó en el plan regional de Nueva York, postulaba su concepto de unidad vecinal, que posteriormente ampliaría en su famosa obra «Muerte y vida de las grandes ciudades», la urbanista y activista sociopolítica canadiense Jane Jacobs.
La idea es sencilla: en 15 minutos a pie o en bicicleta, los ciudadanos deben poder acceder a todas sus necesidades esenciales desde su domicilio. Y por necesidades esenciales nos referimos a educación, sanidad, trabajo, comercio y ocio (básicamente).
Hay muchos estudios y muchas charlas y conferencias sobre este concepto y uno de sus defensores actuales más importantes es Carlos Moreno, director científico de la cátedra ETI (Espíritu Empresarial, Territorio e Innovación) de la Universidad Paris 1 Panthéon-Sorbonne. Si queréis profundizar más en este concepto, aquí tenéis dos vídeos de este divulgador, uno de una entrevista en RFI y otro de una exposición de la idea de la ciudad de 15 minutos para TED.
En lo que a nosotros nos ocupa, que es la relación de este concepto con nuestros empleados y compañeros en la oficina, todos esos estudios han demostrado que la capacidad de tener «al alcance de la mano» todas nuestras necesidades, proporciona un nivel de bienestar al que no estamos acostumbrados y que esto, a su vez, nos permite centrarnos mucho más en las labores que tenemos delante, ya sea nuestro trabajo en la oficina, la familia, nuestro propio cuidado personal…
Así pues, el impacto de este modelo de urbanismo en nuestras oficinas implica la reducción drástica del estrés: los atascos y los trayectos en coche, el tener que salir pronto para recoger a los niños…
Además, con el fomento del teletrabajo, se hace más sencillo establecer oficinas de reducidas dimensiones cerca de las viviendas de los empleados, a modo de centros donde reunirse o para aquellos que prefieran la presencialidad, lo cual facilita alcanzar esa idea de los 15 minutos.
Dicho esto, si bien es un concepto muy interesante y que seguramente cada vez sea más necesario, está claro que son las urbanizadores, los políticos al fin y al cabo, los que deben aplicar ciertas reglas a la hora de desarrollar o reconvertir las urbes y pueblos de nuestro territorio.
Los intereses políticos y económicos, como siempre, nos privan en muchas ocasiones de ideas que podrían mejorar nuestras vidas en gran manera.
Por suerte, no todos los políticos piensan así. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, (Ana María Hidalgo Aleu, de origen español), es una defensora del concepto de la ciudad de 15 minutos, y la veremos como candidata a presidenta de Francia en las próximas elecciones. Con suerte, en las próximas décadas quizá veamos expandirse este modelo de urbanismo por las ciudades, aunque sean del país vecino.
Imagen de Nómada Urbana obtenida de la web de Cosas de Arquitectos.