Y es que en un día como hoy, en el que millones de personas de todo el mundo expresan su amor por su pareja, o por aquella persona que quieren que lo sea, no podíamos dejar pasar la oportunidad y hablar de lo que mejor sabemos: del mobiliario de oficina (aunque con mucho amor, por supuesto).
Por lo que para esta ocasión vamos a adueñarnos de esa estupenda frase que dice que el amor se encuentra en los pequeños detalles, y trasladarla a nuestro espacio de trabajo, donde muchas veces esas pequeñas cosas son las que hacen que nuestro puesto sea perfecto.
Vamos a partir de lo fundamental, nuestra silla de oficina, la cual debe ser, ante todo, confortable y ergonómica, pero como decíamos, esos pequeños detalles son los que la hacen nuestra y los que nos animan a que no nos importe pasar en ella las horas que sean necesarias. Nuestra silla debe tener ese algo especial, ya sea el respaldo de rejilla, o acolchado, el color verde que tanto nos gusta, el reposacabezas adecuado, el control lumbar, la capacidad de mover los apoyabrazos en los tres ejes… Y cuando todos esos pequeños detalles se combinan, tenemos nuestra silla perfecta, esa de la que «enamorarnos».
Seguimos por las mesas e oficina, la cual, por supuesto, necesitan del mismo tacto. La nuestra la queremos de color blanco, o quizá de madera de haya, o acacia, o peral, o roble… ¿Queremos cajonera o buck integrado en la estructura o a parte? ¿Y divisorias o separadores? Y por supuesto que esté bien electrificada e incluso puede que la queramos que pueda ajustarse en altura o que tenga un ala adicional… Son tantos esos pequeños detalles.
Y ahora que ya tenemos lo básico, quizá necesitemos un archivador, o un armario con puertas de persiana, o puede que uno con estanterías, ¿y puede ir a juego con el color del respaldo de mi silla?
Lo que está claro es lo importante que resulta salirse de lo básico a la hora de confeccionar los espacios de trabajo, tanto propios como para nuestros empleados, y aprovechar las distintas opciones que nos ofrecen los fabricantes. Aportar un toque distintivo y de calidad al mobiliario de oficina puede resultar imprescindible, ya que vamos a utilizarlo durante largas jornadas de trabajo y, aunque quizá no nos enamoremos de él, sí que es importante que nos haga sentir cómodos en lo funcional y, por qué no, que nos atraiga en lo visual.
Y con esto, nos despedimos esta semana, no sin antes desearos un muy feliz San Valentín. ¡No os olvidéis de los pequeños detalles!