Actualmente, cuando se comienza el proyecto de nuevas oficinas, se hace hincapié en diseñar un entorno físico favorable, donde la iluminación sea adecuada, con un mobiliario ergonómico en espacios amplios y multifuncionales, acordes con las nuevas tendencias que se demandan.
Sin embargo, un estudio de ASG Technologies e IDG Research Studies y denominado IDC workplace of the future 2017 indica que la oficina del futuro precisa además, crear un entorno de trabajo fuera de ésta. Esto es, una oficina donde la tecnología de la información o IT, se transforme de tal forma que, posibilite el funcionamiento de teléfonos, ordenadores, tablets y demás, como si estuvieran dentro de la misma. De esta forma, tecnología y movilidad constituyen los factores con los que se construirá la oficina del futuro.
El estudio citado indica que el 57% de las empresas consultadas creen que la movilidad y la tecnología involucrará y conectará a los empleados aumentando la lealtad y la productividad. Todo ello, conlleva un nuevo replanteamiento cultural que precisa de una transición. Mientras que la mayoría de las empresas han dispuesto ya estrategias que integren la movilidad, cuatro de cada cinco empleados opina que en su puesto de trabajo, el concepto de movilidad,queda aún muy lejos.
Entonces, ¿qué se necesita para que esta estrategia se haga real?
Por un lado, una generación competitiva con conocimiento de la IT, que les lleve a plantear soluciones y ser innovadores. En Asia, este cambio en los espacios de trabajo lo están llevando a cabo los millennials, quienes representarán en 2020, el 50% de la fuerza de trabajo. Este grupo de población está exigiendo ya un lugar de trabajo flexible y móvil, accesible en cualquier momento y desde cualquier lugar.
Por otro, la movilidad implica, por parte de las empresas, un esfuerzo por implantar tecnologías de seguridad, cuyos protocolos se cumplan estrictamente, y que gestionen permisos y restricciones para acceder de forma remota a un servidor o a la nube. En este sentido, la creación de un perfil único por el que se acceda a toda la información desde cualquier dispositivo disminuye el riesgo de vulnerabilidad.
En resumen, tecnología y movilidad, son el comienzo de un proyecto de oficina futura, que no tendrá éxito si las empresas no incluyen en el proceso a sus trabajadores. El compromiso de estos es clave para que esta dinámica comience a generarse.
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