Y es que ya estamos en plena primavera y con la subida de las temperaturas y de la humedad por las lluvias, la flora comienza su ciclo de reproducción, lo que provoca que el aire se llene de partículas de polen que son el gran enemigo del 17% de la población española que sufre alergias primaverales.
En muchos casos estas alergias pueden suponer un gran problema, impidiendo incluso el que la o el afectado puedan realizar su trabajo o su vida con normalidad e incluso provocando hospitalizaciones, aunque en gran medida la alergia provoca, sobre todo, mucho malestar por los picores, inflamaciones y episodios de tos.
Así que, no es mala idea seguir una serie de consejos básicos para mejorar el ambiente en la oficina y ayudar a ese porcentaje de los empleados que sufrirán de la alergia a minimizar sus efectos en la medida de lo posible:
- Fuera plantas que produzcan polen: aunque estamos a favor de que las plantas formen parte de la «decoración» de la oficina, durante estas fechas lo mejor es que aquellas que puedan producir polen se retiren a espacios donde no entren en contacto con el personal (patios exteriores, azoteas, etc.).
- Evitar ventilar con el sol: los momentos de mayor propagación del polen en el ambiente son cuando hace sol y viento, así que, aunque hemos aprendido a ventilar bien las oficinas, sobre todo debido a la pandemia, durante estas horas es mejor evitar abrir ventanas para que el polen no se cuele en el interior. Mejor ventilar por la tarde o noche cuando menos personal haya en la oficina.
- Aumentar la frecuencia de aspirado: en estas fechas hay que procurar aumentar la frecuencia con que se aspira el suelo de nuestras oficinas, y sobre todo asegurarnos de que se utilizan aspiradoras con filtros HEPA capaces de capturar y retener el polen y los ácaros, causantes también de muchas reacciones alérgicas.
- Limpiar bien cortinas y telas: si en nuestra oficina tenemos cortinas o tejidos (sillas, sillones, sofás), es importante también mantener una limpieza más asidua de estos, ya que el polen y los ácaros se pegan a los tejidos mucho más que a cualquier otra superficie.
- Reducir la temperatura y humedad en el ambiente: sobre todo para combatir los ácaros, ya que en ambientes con menos humedad y menos temperatura no tienden a reproducirse tanto y mueren.
- Filtrar el aire: como medida ideal, el instalar un sistema de filtrado del aire (con filtros HEPA) que renueve el aire constantemente y se libre del polen y los ácaros nos proporcionará un ambiente mucho más limpio y cómodo para los alérgicos.
Al final, se trata de proporcionar a los empleados un punto más de comodidad en la búsqueda del bienestar dentro del trabajo que tantas veces hemos mencionado y que debe de ser una prioridad para garantizar el buen ambiente de trabajo y la productividad en nuestras oficinas.