Las interacciones que realizamos cada día en nuestra oficina forman parte de nuestra experiencia vital e influyen notablemente en nuestro estado de ánimo y en nuestra salud física y mental. Y por supuesto no nos referimos sólo a las interacciones con nuestros compañeros, sino también las que tenemos con el mobiliario y el propio espacio destinado a llevar a cabo nuestro trabajo.
Desde hace tiempo se viene haciendo hincapié en la necesidad de transformar la forma en la que se planifican las oficinas, centrando estas en el empleado, en su bienestar y en sus necesidades específicas, proporcionando un entorno en el cual sentirse cómodo y de esta manera potenciar al máximo su satisfacción y, por ende, su productividad y su sensación de pertenencia y fidelidad.
Con este objetivo en mente es necesario tener en cuenta una serie de problemas que nos encontramos a día de hoy con las tendencias de diseño más demandadas, sobre todo con los espacios abiertos y libres sin puestos fijos donde establecerse, y es que hay muchos empleados que necesitan, a la hora de desarrollar determinados trabajos, un entorno más personal y con cierto grado de aislamiento.
Una solución a medio camino para resolver este problema es utilizar mobiliario que pueda reubicarse, e incluso que pueda conectarse (mesas sobre todo), para crear espacios abiertos de trabajo o puestos sencillos ubicados en zonas más discretas, que permitan así que aquellos empleados que necesiten un entorno más privado, sin renunciar al contacto directo con sus compañeros, puedan disponer de esta posibilidad en cualquier momento.
Otro punto a tener en cuenta es la mobilidad. Se ha hablado largo y tendido sobre la necesidad de que el trabajador de oficina se mueva a lo largo de su jornada y el beneficio que esto conlleva tanto para el mismo trabajador como para el equipo de trabajo y la sensación general de bienestar. Para conseguir esto es interesante planificar reuiones en entornos separados y más distendidos, donde el trabajador tenga que desplazarse caminando e incluso mantener estas reuniones en entornos con sillas altas e incluso de pie, para cambiar la postura por unos momentos. También que el trabajador tenga que desplazarse para acceder a aseos, cafetería o zona de descanso. Como ideal se plantea la inclusión de zonas deportivas o de descanso con actividades motoras donde los trabajadores puedan realizar ciertas actividades deportivas ligeras.
Recientemente se ha demostrado también que la inclusión de áreas de terceros es una forma de ayudar a los empleados a liberarse del trabajo por unos instantes, y que ayuda mucho a las relaciones sociales entre ellos. Los famosos Food Trucks, una cafetería externa a las instalaciones o un puesto de prensa con zona de lectura son ideas que contribuyen a esta tendencia.
Finalmente insistimos con la idea de incluir la naturaleza en las instalaciones, desde plantas y espacios verdes integrados en el mobiliario hasta la propia inclusión de elementos del exterior en las oficinas donde la luz, la naturaleza y el agua formen parte del entorno.