Las mentes creativas, a lo largo de la historia, han demostrado una verdad que habíamos olvidado con la llegada de la industrialización de los oficios: el lugar donde se crea el arte influye en gran medida en la creatividad y la capacidad productiva del artesano.
Desde componer música, pintar un cuadro, fabricar un mueble hasta programar una aplicación informática o desarrollar un plan de negocio estratégico, todas estas actividades se ven influenciadas por el entorno y por lo que el mismo transmite a la persona que realiza la actividad.
Las mentes creativas detrás de Actiu, el fabricante español de mobiliario de oficina que recientemente fue galardonado con el Premio Nacional de Diseño, sabe muy bien lo que significa esto y en el espacio de actualidad de su sitio web nos trae un interesante artículo en el cual nos cuentan la evolución en cuanto al diseño de espacios de trabajo orientada a la creatividad.
El coworking, filosofía que se extiende como la pólvora y que rompe las cadenas de los espacios de trabajo compartimentados y jerarquizados, evoluciona a su vez siguiendo los requerimientos de los nuevos usuarios de este tipo de instalaciones. Estudios demuestran que sólo el 30% de estos nuevos trabajadores prefiere hacerlo en horarios de oficina estándar.
El trabajo no se debería determinar por un horario estricto y un espacio limitado, sino por una labor a realizar y la capacidad personal de la persona encargada de realizar esa labor de establecer tanto el ritmo como el lugar donde desarrollar dicha tarea para cumplir las condiciones, plazos y requerimientos establecidos por la compañía.
Para facilitar esta tendencia, los espacios de trabajo innovan para ofrecer más dinamismo a la hora de utilizar sus instalaciones en horarios muy diferentes y en entornos variados, que encajen con una gran amplitud de necesidades de sus usuarios.
Los nuevos trabajadores y los futuros tienen la capacidad, inherente a su condición de nacidos en la era digital, de poseer una adaptación y agilidad asombrosas a la hora de enfrentar nuevos retos, y los entornos en los cuales se mueven deben compartir estas características para potenciar esta capacidad de creación.
De igual forma, estos entornos deben proporcionar un espacio donde se sientan cómodos y conectados, tanto con el mundo exterior como con los compañeros y colegas que desarrollan su actividad en el mismo espacio.
Por nuestra parte creemos que es fundamental que, en las nuevas oficinas o en las que se reformen a día de hoy, debe desaparecer esa idea de que el trabajo es un lugar al que acudir de tal a tal hora y que se debe fomentar la idea de que el trabajo es una acción a desarrollar y que hay que adaptar la oficina al trabajador y no al contrario, consiguiendo así el mayor rendimiento de los mayores activos de la empresa, que siempre son y serán sus empleados.
Os dejamos aquí el enlace al artículo en Actiu:
Imagen del espacio de coworking Knowhere by Wanna One