En anteriores entradas de nuestro blog hemos hablado de cómo, a raíz de la crisis del Coronavirus, las empresas y trabajadores han tenido que adaptarse rápidamente al teletrabajo. Y aunque posiblemente esta prueba no ha venido en el mejor momento, a pesar de las dificultades técnicas iniciales, desconocimiento y complicación para la conciliación laboral y personal en las circunstancia actuales, finalmente, se han podido ver sus beneficios.
La vuelta a la normalidad va a ser complicada y tardaremos bastante tiempo en volver a ella en todos los sentidos y lo cierto es que, la vuelta a la oficina no será como antes. Antes se deberán garantizar todas las medidas de seguridad necesarias, por lo que la vuelta no será masiva, sino gradual y seguirá combinando el teletrabajo que, ha llegado para quedarse. En este sentido, además de las normas y medidas de seguridad recomendadas de las que ya hemos hablado en semanas anteriores, se ha establecido que para un uso seguro de equipos e instalaciones, es necesaria una desinfección que deberá ser muy superior a la habitual.
En estos días vemos y oímos hablar de los diferentes métodos para limpiar y desinfectar cualquier tipo de superficie o dispositivo. Para todas ellas, sigue habiendo mucho desconocimiento, por no hablar de las opiniones opuestas en cuanto a su fiabilidad y seguridad, por eso hoy, te hablamos del ozono como método para la desinfección de los lugares de trabajo.
De todos, es el que más se ha generalizado y proliferado en el mercado como posible método de desinfección de superficies o ambientes que puedan estar contaminadas por Coronavirus en espacios de interior como las oficinas. El ozono es considerado, según la Organización Mundial de la Salud como el desinfectante más eficiente contra todo tipo de microorganismos, incluidos los agentes virales. Sin embargo, el ozono no se encuentra entre los productos virucidas autorizados y registrados por el Ministerio de Sanidad y aunque está permitida su comercialización, es obligatorio seguir unas medidas de seguridad:
- No se puede aplicar en presencia de personas.
- Los aplicadores deben contar con los equipos de protección adecuados.
- Al ser una sustancia química peligrosa, puede producir efectos adversos. En el inventario de clasificación de la ECHA (Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas) se notifica la clasificación de esta sustancia como peligrosa por vía respiratoria, irritación de piel y daño ocular.
- Se deberá ventilar adecuadamente el lugar desinfectado antes de su uso.
- Puede reaccionar con sustancias inflamables y puede producir reacciones químicas peligrosas al contacto con otros productos químicos.
El ozono ha sido reconocido como sustancia biocida para su uso ambiental, pero no ha sido aprobado aún a nivel europeo ni nacional, por lo que no se tiene documentación bajo la legislación de biocidad que establezca su eficacia y/o seguridad. Debido a esto, hasta que concluya su evaluación por parte de la Unión Europea, pese a le permisión, el Ministerio de Sanidad exige para este tipo de biocidas, la notificación de su comercialización, recordando la importancia de seguir las recomendaciones del fabricante. El Ministerio de Sanidad en su página web tiene publicada la lista de productos actualmente evaluados y registrados para los que se ha demostrado su eficacia virucida. Este listado se actualiza periódicamente, en función de la aprobación de nuevos productos.
En cualquier caso, lo cierto es que ante tantas incógnitas, es preferible ser prudente para evitar un uso inadecuado de biocidas que puedan causar posibles daños para la salud humana o dar una falsa sensación de seguridad, ya que como vemos, sigue habiendo muchas preguntas sin respuesta.